Hay un placer en la locura
que solo los locos conocen (;

sábado, 5 de mayo de 2012

 Hacía días que el sol no quería salir de entre esas nubes, hacía días que no paraba de llover, hacía días que la ventana de su cuarto se había convertido en su amiga, hacía días que se pasaba horas mirando y mirando por ella, mirando las gotas caer, llevaba días sin coger el sueño, se quedaba dormido, pero se despertaba en seguida, una pesadilla tras otra, y sus ojos...aquellos ojos que algún día habían llegado a reflejar la belleza de la vida, ahora se habían convertido en tristes, vacíos. ¿Qué día era? ¿Y de qué mes? Parece que el reloj iba cada vez más rápido, como si la vida se le escapara de las manos...y mirando por aquella ventana, se produjo un momento quizá patético o quizá agradable, pero en ese momento sintió que sus sueños sí que podían hacerse realidad, y en ese momento creyó en lo imposible, ¿merecía la pena volver a soñar? Claro que sí.

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